¿De dónde surge ANPECEC?

 

ANPECEC lleva forjándose desde hace al menos unos diez años. Conversaciones aquí y allá, charlas con unos, con otros, planes… muchas personas deseando una asociación que representase unos valores en los que sentirse reflejados.
 
A veces las ideas tardan un tiempo en tomar la forma adecuada, o en coincidir en el momento adecuado. Para quienes iniciamos este proyecto así ha sido. Surgió de manera impensada ese momento en que, de repente, todo cuadra y empieza a rodar sin darnos cuenta prácticamente, porque la emoción, la compenetración y las ideas no permiten una vuelta atrás.
 
La génesis real de ANPECEC, el comienzo del impulso que ha culminado en lo que os presentamos, dio lugar hace poco más de un año, en un seminario de Anne Lill Kvam en el que coincidimos las personas que os hablamos hoy. A partir de ahí, se fueron dando conversaciones de WhatsApp, encuentros virtuales, llamadas de teléfono, y por fin, una propuesta de reunión en serio, con todos nosotros, en la que de manera explosiva eclosionó todo lo que habíamos ido aportando de manera no organizada y parcelada hasta entonces, y que aglutinó en algo más tangible y ya con objetivos fijados, fechas, estructura, lo que tenéis frente a vuestra pantalla.
 
Pero ANPECEC, en realidad, somos todos, y así es como debe ser. Es una parte esencial de nuestro sentimiento y el mensaje que queremos transmitir. Las personas van y vienen, hoy somos nosotros, mañana seréis vosotros… lo cierto es que no son relevantes las individualidades, sino el punto de unión que ANPECEC quiere ser para todos aquellos profesionales que, relacionados con el mundo canino, vean su trabajo como una oportunidad y un deber para mejorar las vidas de los perros y ayudar a que en esta sociedad sean más visibles y más tomados en cuenta. Más comprendidos, más escuchados, más conocidos en su esencia.
 
Que quieran trabajar con ellos desde la cooperación, desde el respeto a su criterio y su derecho a expresarse y decidir. Que crean que tienen la responsabilidad de contribuir a que la educación amable llegue cada vez más lejos y se extienda como una marea imparable. Que sean empáticos, no solo con los perros, sino con las personas que conviven con ellos, familias que, las más de las veces, cometen errores por falta de herramientas, y no por falta de amor. Que sean empáticos y solidarios con los demás compañeros, que reconozcan que nadie nace aprendido, que todos cometemos errores, que todas las opiniones son merecedoras de ser escuchadas desde el respeto…
 
En este sentido, ANPECEC apuesta por la apertura también a compañeros que quieran reciclarse, que quienes estén en el camino de querer mejorar sus métodos para acercarlos cada vez más a la empatía encuentren un respaldo, un lugar donde acceder a más y más información que les ayude a seguir el camino correcto, a pedir y contar con la colaboración y la ayuda de compañeros que los orienten, les guíen y les respalden en ese camino a una forma de trabajo totalmente amable, que quieran cambiar la parte de su trayectoria que no se ajusta a nuestro código ético, que quieran adquirir herramientas y conocimientos de los que carezcan en este momento y que les sean esenciales para hacer un salto cualitativo y optar en un futuro a ser miembros de la asociación, cuando estén preparados.
Nos encontramos en innumerables ocasiones, en infinidad de contextos con el: “O conmigo, o contra mí”. Pensamos que ha llegado el momento de ser de verdad empáticos, de no cerrarnos en banda, y si bien es cierto que debemos defender nuestros criterios, no se cuestiona este punto, esto no está peleado con apoyar a quien quiera formar parte de una realidad más amable. No se retrocede un ápice en criterios a defender, sí se abre la puerta a quien quiera mejorar y acogerlos con nosotros.
 
La vocación de la asociación va enfocada a la apertura, el diálogo, las opiniones, el respeto, el apoyo mutuo, la colaboración y la inclusión. Va enfocada a la crítica constructiva, aquella que no se detiene en señalar el error y se enquista creando conflicto con ello, sino la que, una vez señalado el fallo, da un paso al frente y pone manos a la obra presentando sobre la mesa soluciones, posibilidades, opciones, arrimando el hombro para aportar y mejorar lo presente.
 
Esta situación supone que todos colaboremos, que compartamos inquietudes que estimulen la persecución conjunta de un fin común que nos mejore a todos.
 
El futuro de ANPECEC eres tú, somos todos, son nuestras acciones las que determinarán en qué evolucione a partir de ahora y cuán prometedor sea su porvenir.
 
La puerta está abierta, sólo tienes que dar un paso al frente, con la intención.
Y con el corazón. 

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Virginia Millares (damelapatita.com)

Miembro Fundadora de ANPECEC
Gerente del Centro Canino Damelapatita.com
Educadora y Terapeuta en Guau Guau Terapia Asistida con Perros
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